
En julio estará listo el MACC, el edificio cultural más importante de los últimos siglos en la ciudad
En la esquina de 9 de Julio y San Juan, los avances de los trabajos ya son notorios desde el exterior.

11/06/2025
La remodelación, que
incluía una demolición, viró hacia la conservación al hallar vestigios
constructivos del 1900. Sus espacios están inspirados en el Malba y contiene
también un bar, un restaurante y un auditorio. Impulsado por el gobierno
de la provincia, forma parte de un grupo de grandes obras que apuntan a
transformar la ciudad y podrá comenzar a funcionar desde agosto.
En un edificio del Banco de Corrientes en la esquina de 9 de
Julio y San Juan, que hacia principios del 1900 fue edificado para albergar a
otro banco, se remodela para edificar ahora el nuevo Museo de Arte
Contemporáneo de Corrientes, con la visión de constituirse en un “hito
urbano”, que revalorice el carácter cultural del espacio donde quedará
implantado.
El gobierno de la provincia, con la premisa del
gobernador Gustavo Valdés de transformar la ciudad con grandes obras, impulsa
los trabajos de la que probablemente “sea la obra cultural más importante de
los últimos siglos”, evaluó Alfonso Asensio Albino, arquitecto a cargo del
proyecto.
Tanto el edificio del Banco, como el del Teatro Vera y los
primeros museos de la ciudad son instituciones contemporáneas, todas de
principios del 1900, que ahora confluyen con su impronta transformadora en una
misma área urbana revalorizada. Entre otras grandes obras encaradas por el
gobierno con esta perspectiva de desarrollo y modernización, se cuentan la
reconstrucción del edificio de La Unidad y la remodelación integral de la Plaza
Libertad.
En el Museo de Arte Contemporáneo de Corrientes (MACC) los
últimos detalles de la construcción consisten en la colocación de un sistema
especial contra incendios que resguardarán a las obras de arte en los tres
primeros pisos, a la par que se realiza la instalación de un sistema eléctrico
que permite regular la intensidad de la luz, así como la colocación de un
sistema centralizado que permite la automatización y control del edificio,
incluyendo la climatización y los sistemas mecánicos. Mientras, los
trabajadores también terminan de armar el montacargas, que se utilizará para
subir las obras de arte de grandes dimensiones a las salas de exposición.
Antes, se completó la colocación de todos los vidrios
especiales que permiten controlar el ingreso de luz, tanto en el patio como en
el techo.
Según proyectan, durante la próxima semana comenzarán a pintar
la fachada, con lo cual el edificio estaría casi listo para poder entregarlo a
quienes resulten seleccionados para la concesión del servicio del bar y el
restaurante, así como a la dirección del nuevo museo.
Vale destacar que hasta el 12 de junio – este próximo jueves
- se encuentra abierta la posibilidad de adquirir los pliegos de
licitación para la concesión de la explotación de los locales gastronómicos que
tendrá el museo. La apertura será el 11 de julio en el Salón Verde de Casa de
Gobierno, y así como la concesión de los locales gastronómicos de La Unidad, ya
existen varios interesados en presentar sus propuestas.
Rescate del pasado, mirada al futuro
En el caso del Museo de Arte Contemporáneo, tras mucha labor
casi artesanal para recuperar los vestigios de una construcción que resultó más
valiosa por su carácter patrimonial que lo que se proyectaba al inicio, ahora
las tareas avanzan en sus últimos detalles. Según proyectan, la obra se
entregará hacia fines del mes de julio, de modo que puedan hacerse cargo de las
instalaciones la nueva Dirección del Museo, y los empresarios que vayan a tener
a cargo la concesión del bar que funcionará en planta baja de cara a la Plaza
Vera y el del restaurante que funcionará en el cuarto piso del edificio.
Se trata de espacios que destacan su la función del Museo
como contención del arte, pero también con espacios para la interacción, el
intercambio social y cultural, el paseo y la atracción de entretenimiento para
quienes habitan la ciudad y quienes la visitan.
“La obra tiene mucho trabajo de restauración, prácticamente
artesanal. El edificio responde a lineamientos de una arquitectura italiana con
una forma de construcción mixta, ya que tiene mampostería y también el uso de
hierro. Cuando hicimos el proyecto ejecutivo no pensábamos que
encontraríamos estructura de valor histórico. Se iba a demoler en gran parte,
pero hallamos la perfilería histórica que data del 1900 y no podíamos
perderla”, relató Asensio.
Así, con la perspectiva de conservación patrimonial, se
delineó una nueva estrategia para abordar el trabajo y mantener la historia del
edificio, los techos originales de ladrillo abovedado y la estructura
recubierta con mampostería. De los perfiles metálicos encontrados,
algunos estaban en buen estado y otros no tanto. Parte de esos perfiles
recuperados se destinaron a construir los bancos de la remodelada plaza
Libertad, recientemente inaugurada. Del mismo modo, vigas metálicas de 60
centímetros son reutilizadas para construir la barra del restaurante. “El
concepto de arquitectura sustentable está de la mano de esas acciones. No
tiramos nada de la obra, lo recuperamos y lo ponemos en valor”, explicó el
arquitecto.
Con los hallazgos, lo que se había planificado para el Museo
pasó a ser un edificio de estilo industrial, quitando los revoques que estaban
en mal estado. Ahora, toda la historia de esas paredes quedó a la vista, como
una obra artística en sí misma, que está destinada a recibir en su superficie
las colecciones de arte más relevantes desde que abra sus puertas en pocos
meses.
Un hito
El nuevo museo cuenta con 4.200 metros cuadrados distribuidos
en 5 pisos, de los cuales 3 son nuevos, sobre las losas originales. Los
materiales en su mayoría son metal, ladrillo y madera.
“Todo lo que se proyectó para esta preservación cumple
con normativas internacionales y replica en gran medida los usos de los
espacios del Museo Malba, que fue lo que tomamos de referencia para hacer el
programa del edificio. Cumple además con altas condiciones de seguridad y se
incorporaron dos ascensores, para acceder a los 5 pisos; además de un
montacargas especial con capacidad de elevar hasta 5 mil kilos, al cual se va a
poder ingresar con camión directamente desde el Pasaje Agustín González, para
poder trasladar con versatilidad obras de gran porte”, enumeró Asensio.
Unos 1300 metros cuadrados del edificio serán destinados a
uso de salas. “Los museos no suelen tener tanto espacio para albergar las
obras. Todo ese espacio, con paredes muy altas (algunas de 5 metros), va
a permitir recibir muestras itinerantes de relevancia, así como exhibir obras
permanentes”, explicó el arquitecto respecto de la perspectiva cultural para el
cual va a ser destinado el edificio. “Tiene todas las características
necesarias para acompañar la llegada de colecciones de grandes museos de la
Argentina”, señaló.
Las autoridades podrán tomar sus funciones en el edificio a
partir del 31 de julio, fecha en que además podrán entregarse las instalaciones
a quienes concesionen el servicio del restaurante del cuarto piso y del bar,
ubicado en planta baja de cara a la plaza Vera. El edificio tendrá también un
auditorio con capacidad para 100 personas con sala acustizada.
“Hacer un museo es algo raro”, evaluó el arquitecto, respecto
del hecho de que una administración provincial destine fondos específicos para
construir un museo nuevo.
“Por eso es una gran obra, que deja un precedente, marca una
huella”, sostuvo. “Ojalá podamos respetar y valorar esta obra que estamos
terminando, va a ser el elemento cultural más importante de los últimos años en
la ciudad de Corrientes”, destacó Asensio al final.
Por el momento, el Museo ya puede verse desde el exterior,
pero también a través de sus redes sociales, que comenzó a sumar sus primeros
seguidores en estos días:
https://www.facebook.com/
https://www.instagram.com/