
Presentaron “Así luchamos los artilleros de Malvinas”, un libro sobre el combate en las Islas de una batería poco conocida
Horacio Godoy es oriundo de Goya, aunque reside en Buenos Aires desde hace 32 años. Es padre de 4 hijos, abogado, rotario y ciudadano ilustre declarado por el Congreso de la Nación y el municipio de San Miguel por su actuación en el conflicto bélico de 1982.

22/10/2025
El Salón Verde de
Casa de Gobierno fue el punto de encuentro este miércoles por la mañana para la
presentación del libro “Así luchamos los Artilleros de Malvinas”, una obra
escrita por el entonces cabo primero Horacio Godoy, quien se desempeñó al
frente de la Batería de Artillería C, un grupo poco conocido ya que se disolvió
luego de su participación en el combate en las Islas.
Horacio Godoy es oriundo de Goya, aunque reside en Buenos
Aires desde hace 32 años. Es padre de 4 hijos, abogado, rotario y ciudadano
ilustre declarado por el Congreso de la Nación y el municipio de San Miguel por
su actuación en el conflicto bélico de 1982.
Acompañado por el referente de la Dirección Provincial de
Malvinas, José Galván, y el subsecretario de Seguridad de la Provincia,
Comisario General Osvaldo de los Santos García, el autor compartió parte de los
relatos de su obra, en las cuales narra el servicio prestado en el Ejército
Argentino como integrante del Grupo de Artillería 3, en el cual alcanzó el
grado de Suboficial Principal.
Un grupo de artillería que no se conocía
En su libro, el autor rescata las vivencias, los esfuerzos y
los valores de quienes formaron parte de los artilleros argentinos en el
conflicto del Atlántico Sur.
Desde la Dirección Provincial Malvinas Argentinas destacaron
que este tipo de gestos “resultan profundamente significativos, porque permiten
que nuestros camaradas se sientan contenidos e identificados”, y subrayaron la
importancia de “mantener viva la historia de quienes dieron todo por la Patria”.
“Muchos de mis ex soldados están en Corrientes capital y sus
familiares también. Cuando concurrí a Malvinas ostentaba la jerarquía que cabo
primero, y estaba como jefe de los Obuses Oto Melara”, recordó.
Al resumir el libro, apuntó sobre “la existencia de una
batería de artillería de la cual nunca se habló: la Batería C. Se formó al solo
efecto de la guerra, después se disolvió y nunca más se habló de ella.- Fue
conformada con oficiales y suboficiales que llegaron a Corrientes como fuerza
agregada desde distintos destinos. También hablo sobre la valentía y el
heroísmo de cada uno de los hombres que la integraron”, indicó.
Se trató de una batería que tuvo ubicaciones geográficas
diferentes a las de la B y la C. “Estábamos a 10 kilómetros de Puerto Argentino,
en el valle de Moody Brook”, recordó, e invitó a los interesados como lectores
a “sumergirse en la lectura profunda de la historia, que es apasionante. Me
tocó desempañar distintas funciones en tres posiciones diferentes y creo que es
importante que la gente conozca la historia”, remarcó.
Con medallas que lo distinguen como ciudadano de honor en la
ciudad bonaerense de San Miguel, así como reconocimientos por parte del
Congreso de la Nación y del Ejército, Godoy también agradeció al gobierno
de Corrientes por albergar la presentación de su obra en Casa de Gobierno. “Por
la memoria de cada uno de mis hombres y a los familiares que viven aquí y
acompañan”, expresó al final.
Las Hormiguitas
“Nuestra llegada a las Islas
Malvinas fue quizá similar a la de muchas otras unidades. Lo que importa es que
estábamos allí para combatir, más allá de las limitaciones de medios, con todo
el fervor y la aptitud necesaria”, narra el autor en el libro.
Un pequeño fragmento de su
obra, replicada en diversas páginas que narran la actuación de distintos grupos
que combatieron en Malvinas, puede dejar una muestra de la calidez y la
fortaleza del relato.
“La posición de mi batería,
organizada con cuatro piezas del GA 3 y dos piezas del GA Aerot 4, se
encontraba situada a nueve kilómetros al oeste de Puerto Argentino, debajo de
los cerros Dos Hermanas; yo me desempeñaba como jefe de la 6ta pieza.
Inicialmente habíamos participado en acciones de apoyo a nuestras tropas
comando, las que, en repetidas oportunidades, incursionaron en las
profundidades del dispositivo enemigo. (…) Ese apoyo de nuestra batería fue
hecho afortunadamente en forma coordinada, ya que era sumamente riesgoso para
los que realizábamos el fuego muy cerca de ellos. El fuego de contrabatería
contra las tropas inglesas lo comenzamos nosotros.
“Éramos bombardeados
constantemente por las baterías inglesas, lo que motivaba que tuviéramos que
meternos en nuestros refugios; en cada pausa de fuego enemigo salíamos a ocupar
nuestros puestos, contestábamos el fuego y volvíamos rápidamente a nuestros
pozos, secuencia que se repetía sucesivamente. Esto nos valió el apodo de – Las
Hormiguitas.
Fue un constante duelo de
artillería que sucedió por espacio de 45 minutos, hasta que cesó el fuego de
las baterías inglesas para hacer un cambio de posición por medio de
helicópteros. (…)
Casi no hubo bajas, lo que fue
un milagro porque cajas de repuestos que se encontraban a un metro del refugio
del personal habían sido des-trozadas por los impactos”.